De lo mejor que he leído sobre San Pablo VI

Había dos NEGOCIOS que hacían muy deseable desobedecer a la #HumanaeVitae de San Pablo VI; (1) Placer ARTIFICIALMENTE estéril (pornografía, prostitución) y (2) Fecundación ARTIFICIALMENTE asistida (negocio de los "in vitro"). Y en todo eso artificial, #dinero.

Lo que enseña y propone #HumanaeVitae es la íntima relación entre el placer propio de la unión conyugal y el fruto propio de tal unión en la prole. El ataque a ese vínculo "natural" lo que quiere es instaurar en ambos casos lo "artificial" que es donde se hace posible el lucro.

A medida que se separan más y más la dimensión unitiva y la procreativa, se cumplen las profecías de #HumanaeVitae: aparecen formas degradantes de una y otra cosa: la idolatría del placer produce tráfico y esclavitud de seres humanos; la hybris del poder produce niños diseñados.

Y así llega este ser humano del siglo XXI, ebrio de presunción y saturado de antidepresivos: quiere ser dueño de otras vidas (aborto, eutanasia) mientras la suya se le escapa en un laberinto de hormonas y cirugías por tratar de serlo todo: hombre, mujer y adolescente perpetuo.

Pero las suturas que le dan o le quitan senos no le dan respuestas ni le quitan sus preguntas; ya sabe cómo jugar con sus genitales pero presiente oscuramente que algo o alguien juega con él mismo. Y entonces maldice y al final grita su último derecho: matarse cuando quiera.

Y sobre aquel varón confundido, doblegado y cínico; y sobre aquella mujer estéril, machorra y maldiciente, cae la sombra y el aliento sulfuroso de alguien desde el infierno. San Pablo VI lo supo muy bien, y advirtió al mundo con #HumanaeVitae. Por eso el mundo lo odió.

FUENTE: Twitter @fraynelson